PÁNICO y AGORAFOBIA

Una mujer de cincuenta años bastante aprensiva, refirió que desde hacía tres años sufría una forma de agorafobia que le impedía sobrepasar un supuesto círculo situado aproximadamente a cien metros de su habitación. Cada vez que intentaba sobrepasar ese límite, la asaltaba una angustia intolerable y tenía que volver atrás.

Los comercios más cercanos estaban situados a doscientos metros de su casa, para poder hacer sus compras tenía que pedir a su marido o a uno de sus dos hijos que la acompañaran, aunque con ellos la angustia de los cien metros no se extinguía completamente.

De la agorafobia a un trastorno más global.

La mujer se veía a sí misma como una inválida. Ya había hecho dos psicoterapias. A menudo sentía miedo, pánico, tristeza, ira y desesperación, por su incapacidad y por su necesidad de apoyarse en los hijos, interfiriendo en sus vidas y autonomía. Estaba claramente en una depresión, víctima de una fobia, y quería recuperar el equilibrio. Era presa de obsesiones, compulsiones y sentía desorientación vital.

Terapia piscológica para la agorafobia des de una perspectiva cognitivo-conductual.

Decidimos utilizar una terapia que puede relacionarse tanto con el enfoque conductista como con el estratégico.

La prescripción para las dos semanas siguientes fue que cada mañana tenía que caminar en dirección a los comercios y detenerse después de haber dado el número de pasos establecido por cálculos, con la diferencia que cada día debía dar cinco pasos más afrontando la angustia, el miedo y la tristeza.

Simultáneamente se exploró la motivación profunda que provocaba la necesidad del acompañamiento de los hijos y la pareja, aparte del trastornos de ansiedad, afloraron los problemas de inseguridad, baja autoestima y los conflictos de pareja que se abordaron a partir una perspectiva sistémica. Las ideaciones se abordaron con una programación con el apoyo de una hipnosis ligera. Finalmente el círculo imaginario desapareció.

Tiempo de tratamiento : 3 meses.
Tiempo de control : 6 meses.