Tratamiento psicológico versus farmacológico en la crisis de ansiedad y trastorno de pánico con agorafobia.

En el tratamiento de esta enfermedad, tratamos dos aspectos: farmacológicos y psicológico. En el apartado de la farmacología, intervienen el grupo de antidepresivos, generalmente el grupo de inhibidores de la recaptación selectiva de la serotonina, conocidos como IRSS, y en segundo lugar el grupo de las benzodiazepinas.
Los fármacos del grupo antidepresivo sirven para disminuir las crisis de ansiedad, detener, frenar mucho la ansiedad anticipatoria y reducir los síntomas de agorafobia. Las benzodiacepinas, sirven para evitar las crisis y para frenar casi de golpe las crisis de ansiedad cuando éstas se desencadenan, es decir, es un medicación de momento, aunque puede tratarse con una dosis ligera de manera que se reduzca la ansiedad general, con estos fármacos se consigue reducir ligeramente la ansiedad anticipatoria, y serviría de poco para la agorafobia, mientras que los IRSS son una medicación a largo plazo de forma estable. Cabe destacar sobre todo que en la crisis de ansiedad, el paciente tiene la apreciación subjetiva que le falta el aire, que el corazón se le puede parar, esto es subjetivo, es una sensación de que todo falla y que está sin control, el corazón con palpitaciones, la respiración, la temperatura, una sensación de no control invade la persona, sin que ello sea realmente cierto, el corazón no se parará por una crisis de ansiedad. Con benzodiazepinas remite en unos 15 minutos. Por el contrario de forma normal, sin medicación una crisis de pánico dura una hora, y aunque remite de forma casi espontánea, su duración refuerza la ansiedad anticipatoria y la agorafobia, por lo que interesa reducir claramente el tiempo. Si no se dispone de esta medicación, fácil de obtener vía receta con su médico de cabecera, hay varias técnicas parar controlar una crisis de pánico vía inducción psicológica, técnicas que el paciente debe dominar bien para activarlas en el momento de primeros síntomas de la crisis de ansiedad. Por mi experiencia, la mejor técnica para ello es que el sujeto este entrenado en comunicarse con su inconsciente y que previamente ha cosificado, concretado, por lo que la parte racional pueda dar comprensión y ayuda directa al inconsciente como un ente autónomo. Pensemos que las crisis de pánico generalmente se dan varias veces a lo largo del tiempo y es acertado entrenarse para pararlas cuando parecen resurgir.
En el pronóstico tenemos una tendencia muy importante en las recaídas, es por eso que aunque la persona haya recibido tratamiento con antidepresivos IRSS y benzodiacepinas, lo que realmente le dará el control sobre futuras recaídas será el aprendizaje psicológico y la terapia psicológica enfocada a el control de la aparición de la crisis de pánico, la evitación de la ansiedad anticipatoria y la superación de los síntomas iniciales de la agorafobia, constituyendo la base de la salud a largo plazo. NO actuar psicologicamente generaliza y alarga la propia crisis, es por eso que poder establecer desde técnicas psicológicas, medios para calmar el inconsciente desde la parte racional es básico en el tratamiento de las crisis de ansiedad a largo plazo.
El tratamiento psicológico es eficaz para el momento de la crisis de ansiedad en si, pero dada su naturaleza, es más efectivo para evitar recaídas de las crisis de ansiedad, y el método más efectivo es la combinación de tratamientos psicológico y farmacológico.
Por el contrario el tratamiento psicológico es muy eficaz para la ansiedad anticipatoria y con la agorafobia, siempre que las crisis de ansiedad estén controladas.
Para frenar rápidamente una crisis de ansiedad o de pánico, lo más eficaz, dada su aparición explosiva, es la aplicación de una benzodiazepina, de manera que se controla en un tiempo inferior.